EL TIEMPO EN EL
TIEMPO
En este primer jueves de agosto Matices nos invita a
escribir sobre el tiempo en cualquiera de sus acepciones.
Este es mi “matiz” del tiempo…
TIC- TAC
Tic-tac, tic-tac, tic-tac… ¡ese maldito
sonido! No lo soporto más, perfora mi tímpano y llega hasta mi extenuado
cerebro; las neuronas emprenden su particular éxodo, abandonan mi maltrecho
cuerpo, salen de mí, se retuercen, se arrastran y mueren sobre la desgastada
moqueta de la habitación.
¡Que alguien lo pare, por favor!
¿No me escucha nadie? ¿No hay ningún alma caritativa
que desconecte de una maldita vez ese sobrecogedor mecanismo?
Cubro mi cabeza con el edredón, me escondo en mi
propia cueva, tal vez así el golpeteo se amortigüe y deje de oírlo.
Creo que estoy enloqueciendo. Intento concentrarme
en el silencio, evadirme de todo lo que me rodea incluso de mi propia vida.
¡Espera!... Parece que se apaga, su intensidad
disminuye, quizá se esté quedando sin pilas…
¡Por fin! ¡Ya
no oigo nada!
Se acabó su tiempo.
Hora de la muerte: 16.45h.
Más líneas temporales o borrascas en casa de Matices
El último tic-tac, el del corazón, perdió el ritmo del tiempo, llegó su tiempo, hora exacta !maldito reloj! Aparté de mi mesilla de noche un reloj que cantaba ese tic-tac, no me ayuda a dormir, ni a soñar, tampoco pude acompasar el fluido de mi sangre a su "tempo", es obsesivo, por algo será, tú lo desvelas.
ResponderEliminarTeresa, el paralelismo de ese sonido con el TIEMPO vital me ha sobrecogido lo mismo que tus letras al compás. Besito destemporalizado.
Muy bueno, Teresa!...concisa manera de relatar la angustia de una locura que sólo se detiene con la propia muerte.
ResponderEliminarUn abrazo
En cambio a mi me adormece el monótono tic-tac. Claro que no se si sería lo mismo al oír mis últimos latidos y... seguro que no puedo venir a contártelo. Me ha encantado tu forma de narrarlo porque le has dado una intensa velocidad.
ResponderEliminarUn beso.
No sabemos si ese último tic tac será el inicio de otro tipo de tiempo en otro lugar y en otra dimensión; pero sí el tiempo aquí se acabó, por otra parte es un descanso de tantas prisas y tanto estrés.
ResponderEliminarEstupendo relato
Un beso
Tanto desear que se detenga el tic tac que el reloj vital se clavó al fin. Espero que haya resultado el alivio que buscaba.
ResponderEliminarGenial como mixturaste el sonido del reloj con el del corazón.
Excelente Tere!!!
Abrazo gigante!!!
Por momentos me recordaba al corazón delator de Allan Poe. Ese machacón y persistente tic,tac que se clava en el cerebro de una manera intensa. Un final inesperado y muy bien llevado.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
¡Mama mía! Y yo que pensaba que era una persona que no podía dormir por el tic tac de un reloj... ¡que bien me ha las dado! Un buen final (bueno, menos para el pobre protaginista, claro está) Un beso.
ResponderEliminarEl tictac del despertador me ha acompañado en muchas noches de insomnio y llega a ser tremendamente irritante. Es mucho más trágico el tic-tac de los últimos latidos de un corazón maltrecho. No es frecuente desear que pare su latido para siempre, pero a veces ocurre que deseamos que suceda para procurarnos al fin el último y definitivo descanso.
ResponderEliminarMe ha encantado tu enfoque sobre el tiempo para esta convocatoria juevera.
Creí que ese molesto reloj era causa de insomnio pero me sorprendió que lo que terminó agotándose fueron esos pulsos de vida. Excelente vuelta de la historia.
ResponderEliminarmuy buen relato y excelente final, igual que Luis Rodriguez me imaginaba alguien con insomnio pero no... vaya, vaya eeeee
ResponderEliminarLagarto, lagarto que ese tictac no se pare por mucho tiempo. Buen giro, del despertador a los latidos de un corazón.
ResponderEliminarBesos
Un sonido en el vacío de la noche, un reloj que marca los segundos hacia atrás y un corazón que suena a hueco en el interior, la tortura del que siente venir su final...
ResponderEliminarMuy bueno...
Gracias por estar y compartir convocatoria conmigo :)))
Besos
Cada vez tus relatos son más inesperados y atractivos. Mientras te leía pensaba: "no quiero dejar de escuchar algo parecido al viento de Namibia, por muy caluroso y asfixiante que sea, quiero escuchar y ver...".
ResponderEliminarUn abrazo :)
Qué bueno. El final te deja... "muerto" ;)))
ResponderEliminarUn abrazo,
Ramón Alcaraz
Teresa, te ha quedado "de lujo". Un final impactante e inesperado. Bello relato, sí señora :)
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Cuando ese tic toc suena tan desesperante, es porque la vida está enviando claves de alerta a toda voz -la vida ya extenuada me atrevo a agregar. Tu relato tiene toda la fuerza del no va más, y el final lo he sentido como un dulce suspiro de alivio.
ResponderEliminarUn besito al vuelo:
Gaby*
(la imagen final... ufff... qué buen cierre le ha dado!)
El medir el tiempo no es mas que el medir nuestra propia existencia, la cual efectivamente nos viene marcada por ese metrónomo interno que todos deseamos no se termine la cuerda.
ResponderEliminarUn beso
Jaja yo hubiera pensado lo mismo. Me encantaron tus palabras jueveras. Esconderse del ruido del reloj para intentar descansar o de la gota que cae de la canilla. Pero sin darse cuenta que dejar de escuchar el tiempo es morir... Muy buena reflexión.. Un beso
ResponderEliminarDesespera...pero al fin trasmite la paz y la certeza del punto final (porque los puntos suspensivos solo son buenos cuando de ponerle nombre a un blog se trata... ;)
ResponderEliminarTu relato marca mi ritmo a esta hora: 16.45, Ciudad de Montevideo, tiempo de jueves, de amigos y de variados TIC-TAC
Besos y abrazos mil.
Te aseguro que no pensé en la coincidencia de la hora... (glup!)
ResponderEliminarTal se diria, que a mi lreloj le dieron un martillazo el mismisimo jueves...pero vengo hoy martes ¡Y qué! he tenido cinco dias mas para desesperarme con todos los tic-tac que me rodean...sigo vivaaaaaaaaaaaa. Magnifico relato chiqulla.
ResponderEliminarUn beso
El tiempo que se escurre entre las manos como la imagen de tu post, no hay que cegarse en detenerlo, simplemente hay que disfrutarlo mientras corre por nuestras vidas.
ResponderEliminarBesos
http://eltinterodeunaescritoraamparodonaire.blogspot.com.es/2012/08/acordes-tu-lado-capitulo-ix.html