A NUESTROS MAYORES
Dedicado a todos esos abuel@s que no saben de whatsapp,
ni de internet, ni de blogs, ni de smartphones
de última generación, ni de Facebook
porque “… eso yo no lo entiendo,
solo necesito que el teléfono tenga las teclas muy grandes para verlas bien…”, pero que
con solo escuchar tu voz saben cómo te sientes y que con una llamada dan
su vida por sus hij@s y sus niet@s incondicionalmente.
A esos abuelos que te llaman el 5 de enero por la
noche exhaustos y disgustados porque “hija, no encontramos por ningún lado el
“pavo” ranger rojo que se ha pedido el niño…”
Cuando el portero de la finca no vio salir a la anciana del segundo en varios días se temió lo peor. Llamó a la puerta, nadie abrió. Utilizó
su llave para entrar y allí estaba: sentada en su mecedora con un gato
acurrucado en su regazo y envuelta en un incómodo y desagradable olor a
podredumbre, miseria y tristeza.
Murió como vivió sus últimos años: sola, loca
y rodeada de basura.
Más historias homenajeando a nuestros mayores en casa de Gus apóstata ...
NOTA ACLARATORIA (en caso de necesidad): Lo que el niño había pedido a los Reyes era el power ranger rojo.
Puf, amiga güevera. Sí que describes un final terrible ... Qué pena que una vida acabe así.
ResponderEliminarMe paso a algo mucho mas agradable, lo del Pavo Ranger, que ha provocado mi carcajada.
Entre la pena y la risa, muchos besos.
desgraciadamente esto no es fantasía...
ResponderEliminarLas palabras justas para describir el final de una mujer sola e incapaz de cuidar de sí misma.
ResponderEliminarNo hacía falta la aclaración pero gracias.
Un beso.
Me has dejado impactada. Me sumo a lo que dice Rodolfo, que desgraciadamente, lo que nos cuentas no es fantasía, y lo vemos incluso en las noticias. ¿Cuántos ancianos mueren solos y sin que prácticamente nadie les eche de menos? Y mejor no entro en detalles macabros... En fin, un relato triste pero que resume a la perfección la soledad que viven y sienten muchos mayores hoy en día. ¡Ojalá no fuera así! Un beso.
ResponderEliminarAsi es la vida para muchos ancianos, una montaña de basura en su dia a dia. Basura de la que no se nota, el olvido de aquellos que son su familia.
ResponderEliminarUn abrazo
Cuando se volvió invisible la anciana de la que nos hablas, solo quedo su amigo gato, para acompañarla en sus últimos dias, Que triste el final de su historia, que as aliviado con el pavo ranyer, que tus ancianos buscaban, en su afan de complacer al niño ( su niño ).
ResponderEliminarBesos querida amiga, me encanto pasear por tus letras.
Triste,muy triste; pero real. Sucede más a menudo de lo que nos imaginamos.
ResponderEliminarUn abrazo
Dos extremos, el primero con un humor brutal (lo del pavo ranger estoy llorando de la risa) y el final de tu aporte con esa afilada forma de escribir que te caracteriza. Me imagino que estarás muy complicada con el tema del fin de las breves vacaciones y el retorno al trabajo y demás. Un saludo y nos vemos el próximo Jueves, te borro de Facebook si faltas, jeje.
ResponderEliminarYa les vale tambien a los hijos mandar a los pobres padres (abuelos) a buscar un power ranger para el niño de la casa. Desde luego...
ResponderEliminarBss.
Tere, contundente versión de un final muy posible.
ResponderEliminarUn início jocoso, la tecnología queda coja y sorda y muda, ante el verbo, la mirada, el tacto, me pongo del lado de los abuelos. El final, repito, por muy real, espantoso...pero a veces medito, siempre, creo, morimos solos o solas.
Besitoooo.
¡Esa es otra!, ¡Qué pena!cuantos habrá que mueran así.
ResponderEliminarNo es preciso un relato mas largo para plasmar la imagen. Por desgracia últimamente cada vez as frecuente. Pena de sociedad...
ResponderEliminarUn beso
Terrible, la soledad...
ResponderEliminarPasas en un santiamén de la ironía con la que adornas lo incomprensible que se ha vuelto para nuestros mayores tanto modernidad tecnológica, innecesaria para ellos, a la cruda realidad de una terrible soledad para muchos ancianos. Soledad de la que todos deberíamos sentirnos un poco responsables.
ResponderEliminarUna vez más se cumple aquello de que "lo bueno, si breve, dos veces bueno".
Un fuerte abrazo.
Yo sabía!!! Que tu me sorprenderías de nuevo.
ResponderEliminarAy! Teresa, que solo sea ficción, pero todos sabemos que hay mas casos de lo que nos enteramos o sabemos.
Un abrazo grande :)
no voy a comentar el texto en sí por que he subido contento a la habitación y es demasiado fuerte. no quiere decir que no se dé, no...
ResponderEliminarpero sí quiero decirte respecto a la introducción esto:
los abuelos se están perdiendo la tecnología, sí, pero nosotros no nos estamos perdiendo la realidad entendida en toda su amplitud, nosotros no nos estamos alejando de la realidad palpable, esa que ellos reconocieron y que vivieron?
medio beso.
Y pensar que esto que relatas es una realidad.
ResponderEliminarBesos!!
Final marcado por una vida de abandono. Triste cualquiera haya sido el causal de esa soledad. Más doloroso cuando, a pesar de la entrega en la juventud, de anciana no logró recibir nada de lo que sembró en el corazón de los que más quiso.
ResponderEliminarUn abrazo
Parece que lo tengamos todo y a menudo no tenemos nada. Breve y contundente relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
PD. La verdad, el espía de la abuelis también me intriga.
Que tristeza Tere, pero es así,vivió sola y murió sola.
ResponderEliminarMe detengo es esa llamada de los abuelos el dia 5 de enero para decir que no encuentran el "pavo"ranger, entrañable, sin duda.
Un abrazo.
IMPACTANTE!!
ResponderEliminarTambién esas cosas pasan y son así de directas, de fuertes.
Tu síntesis no minimiza el suceso, al contrario se te pega como una lapa y te acompaña en el almuerzo.
Besos
Triste y como dice Alfredo impactante, en este caso por real. Lo vemos cada día. Un beso
ResponderEliminarMuy buena la introducción Tere, me encantó.
ResponderEliminarEn cuánto al micro, creo que dijiste mucho en pocas palabras, una triste realidad de nuestros mayores.
Un besote enorme!!!
Tere que realidad mas sórdida. Creo que la soledad mata.
ResponderEliminarTu relato es de DIEZ.
Besos acompañados
Creo que mientras pasan los años te das cuenta de la cantidad de personas solas que hay en el mundo, pero también veo que muchos, entre ellos algunos amigos, prefieren estar solos antes que llamar por teléfono y quedar aunque sea para tomar un café. Se acostumbran a estar solos y a darse la razón.
ResponderEliminarUn beso y un cafelito.
ay, teriri!
ResponderEliminarte leo y suspiro. se me eriza el alma.
será ésa una historia de siembra y cosecha?
o de desamores y olvido, nomás?
besos
Vaya con otra historia de las que te ponen los pelos de punta.
ResponderEliminarPienso en Al cantidad de personas que viven solas y les llega su hora, sin ningun cuidado médico ni una sola compañía de amigos o de familia.
Ralmente triste. Un beso.
Triste final, quizá su vida, tuvo otros colores...
ResponderEliminarLa introducción vale toda la risa y la ilusión de un día de reyes.
un fuerte abrazo
Me parece lamentable que demos tan poco a los que nos lo dieron todo.
ResponderEliminarBesicos.