¿Para qué seguir hablando?
¿Acaso no lo hemos dicho todo ya?
¿No hemos tenido suficientes conversaciones banales,
insulsas, por compromiso, obligación o falsa cortesía?
Ya no sé qué decir.
Me quedé sin palabras y sin ganas.
Me falta el aliento.
Porque todo está hablado,
porque no te quiero de oyente…
porque puedo hablar del tiempo, de fútbol o de
política…
pero lo importante, lo que me duele,
lo que me encoge el alma y me consume el oxígeno y la vida
se me queda dentro…
Mejor me callo y me despido con un simulacro de
sonrisa mientras me alejo
con esa sensación de tristeza, de soledad,
de vacío e impotencia.
Más relatos con palabras o sin ellas en el blog de Rossina
Cuando ya no hay mas nada que decir es porque ya esta todo dicho y no hay mas retorno, eso pasa mas seguido en estos tiempos que corren tan rápido.
ResponderEliminarBesos
Unas palabras muy hermosas y muy tristes, que pena cuando ya no se puede decir nada más.
ResponderEliminarBesos
Raquel
http://raqueljimenezbisuteria.blogspot.com.es/
El hueco que queda en el alma es tremendo. Tus letras lo trasmiten. Sabes traducir ese momento y nos queda claro que hay razones que el corazón no entiende, por eso.... en fin, con lo años se aprenderá, quizás....
ResponderEliminarun fuerte abrazo, afectuoso y deletreado.
Muy bellamente expresado, en realidad lo interpreto como una sensación de hastío, frustración y aburrimiento. Para estos casos hay algunos remedios, todos envueltos en el manto de diversas independencias. Bss.
ResponderEliminarMuy bien explicada esa sensación de hartazgo debida a la convivencia, cuando ya no hay nada que decir.
ResponderEliminarUn beso
Es el momento de abrir las ventanas, y dejar que el aire fresco llene los pulmones y el alma de tranquilidad, para poder seguir andando...dejando poco a poco, los vacios atras.
ResponderEliminarMuy bello y triste.
BESOS GUAPA.
Esa sensación de hablar por hablar, sin comunicación mutua, ese tragarse lo íntimo, ese despilfarro de energía, consume.
ResponderEliminarMejor callar palabras dichas o escritas, mejor hablarse a una misma y encontrar la salida.
Tocaste el tema desde un ángulo agudo e intenso. Besito.
Muy duro, expresado con un corazón poético y desgarrado.
ResponderEliminarPuede parecer imposible, pero a veces donde hubo fuego no quedan ni cenizas y tu nos lo has mostrado.
no comento el poema, comento lo que en él se dice, pues me has llevado, tere, a reflexionar sobre lo que se debe de decir, sobre lo que no se debe de decir, a cerca de lo que uno calla y ...y a cerca de lo que el otro no quiere decir...en fin, me has hecho reflexionar a cerca de la comunicación entre dos personas...¿no te sucede muchas veces , tere, que cuando hablas con la gente, notas que no te escucha, no percibes que solemos hablar para nosotros mismos por la falta de verdaderos interlocutores, de verdaderos escuchantes? por que a mí me sucede de continuo...y la verdad, al constatar esto, uno a veces se dice que si verdaderamente merece la pena cuestionarse lo que arriba me he cuestionado a cerca de la comunicación...
ResponderEliminarmedio beso.
Sé de qué hablas. ¿quién no ha sentido alguna vez estar frente a alguien que ni escucha ni quiere abrirse a la charla sincera?...eso es perder el tiempo, una tortuosa misión de apariencias sin sentido que a veces no podemos esquivar y molesta, cuánto molesta!
ResponderEliminarun abrazo.
¿Se puede decir más con menos palabras? Esa sensación de que ya está todo hablado, de que cada conversación parece la misma y de que el de al lado parece que no te escucha... Me gusta cómo lo has trasmitido. Un beso.
ResponderEliminarvaya situación !!! y ahora tras el punto y aparte ? hay que dar una última oportunidad ...si se quiere
ResponderEliminarimpecable y en muchos de mis casos: contemporáneo.
ResponderEliminarabrazote
Rossina
Cuenta lo que tienes dentro. A lo mejor descubres una nueva forma de hablar. Un beso.
ResponderEliminarEs tan agotador mantener un dialogo por compromiso, banal y superficial. Mientras el ahogo crece y se enferma hasta tal punto que el único camino es el silencio.
ResponderEliminar¡Que no! Que nosotras seguimos hablando escribiendo.
Un abrazo.
Un grito ahogado en la banalidad de una charla que no nos calma. Un grito que se disfraza de sonrisa, pero que a la larga o sale o nos ahoga.
ResponderEliminarHermoso tu jueves Tere.
Un besote enorme!!!
Conozco esa sensacion de vacio, si. Soliloquio impuesto, ese mirar a la pared de nuestra propia carcel esperando en vano que una palabra nos de o nos quite la razon.
ResponderEliminarUn abrazo
Pienso que entre las palabras perdidas hay siempre como dices ese callar, ese silencio siempre esconde dolor para quien no lo desea...
ResponderEliminarBesos
Es duro cuando cuando sentimos que hablamos en vano, cuando nos desgañitamos en explicaciones que jamás serán entendidas -o lo que es peor: atendidas. Es lo que suele decirse tener un diálogo sordo, sin respuesta del otro lado. Creo que es algo que se está tornando tan habitual hoy en día, que la incomprensión y la falta de comunicación viene ganando terreno. Una pena!
ResponderEliminarBesitos!
Gaby*
así es como es el camino del adiòs.
ResponderEliminarbien lo has dicho, teriri!
besos
Cuando las cosas que verdaderamente importan se quedan dentro de nosotros y no somos capaces de ponerle voz, bien por miedo propio, por indiferencia ajena, o por hartazgo porque sencillamente, no son escuchadas, cuando sólo se puede hablar de banalidades que poco o nada aportan a la relación, lo mejor es emprender la retirada. Callar si, pero callar y seguir con el simulacro de algo que ya no funciona, eso nunca.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si lo que se guarda "consume el oxígeno y la vida" mejor soltarlo, sin duda.
ResponderEliminarEstado de ánimo muy bien narrado Teresa.
Un beso!
Vaya hombre, una sonrisa en fase de simulacro. Espero pronto sea plena.
ResponderEliminarFuera de bromas, buena narración de esos momentos en que parece que nos inunda una soledad en medio de la gente.
Besos.
y aun así el lenguaje corporal sigue hablando alto y claro, como en el relato de Alfredo, escrito en el aire.
ResponderEliminarUn beso
Si no se habla, si no se expresa, las palabras se pudren dentro y la soledad lo inunda todo. Llegados a este punto hablemos o escribamos. Me gustó Teresa, mucho.
ResponderEliminarUn abrazo.
A veces nos hace falta hablar y no solo de aquello que se dice o hace día a día sino de aquellas cosas que... se sienten y nunca han sido dichas muchas cosas se esconden tras pequeñas palabras, gestos y sonrisas...Muchas veces nos hace falta hablar de aquello que... ciertamente detrás de pequeñas palabras hay muchas otras escondidas
ResponderEliminarA veces da la sensación de que cuando se habla se predica en el desierto, y mira que es amplio y ancho un desierto, y además lleno de arena, que si se mueve el aire se nos mete en los ojos, pues eso es lo que he pensado. Yo quiero un oasís.
ResponderEliminarUn abrazo.
debiera estar prohibido el simulacro de sonrisa cuando duele asì el alma.
ResponderEliminaray!
besos