Aquí os dejo mi entrada celosa...
Así como el día
tiene celos de la noche, el frío del calor y la
luz de las tinieblas,
así como el mal
tiene celos del bien, el arcoíris del blanco y negro, el silencio de la
algarabía, la ignorancia del conocimiento, el odio del amor, el todo de la nada, la prosa del verso, la hormiga de la
cigarra, la rutina de la sorpresa, la presencia de la ausencia, el ying del
yang, el azúcar de la sal, la calma de la tempestad, el preso del que goza de
su libertad, la grandeza de la mediocridad, el nunca del siempre, la dicha de
la tristeza, el amanecer de la puesta de sol, el cielo del infierno, dios del
diablo, el llanto de la risa, la locura de la sensatez, la memoria del olvido y
la ira de la ternura...
Así, en esta
antítesis permanente, en este claroscuro de contrariedades y anhelos siento celos de la muerte que te
arrebató de mis brazos.
Más historias de celos en casa de Pepe
Es buenísimo!!!
ResponderEliminarHas jugado con los pares de opuestos de una manera muy aguda. Por cierto, me ha recordado al motivo por el cual Melkor se hizo el señor oscuro, dándole la espalda a sus hermanos y al propio Eru (bueno, todo esto sale en el Silmarillion)
Un beso
Me ha gustado mucho Teresa estos celos, todo tiene dos caras y siempre se suele desear lo que no se tiene. Un muy buen final.
ResponderEliminarBesos.
Ese juego de pares opuestos es el que gobierna el mundo. La búsqueda del deseado equilibrio es necesaria para mantenernos continuamente estimulados, cuando ese equilibrio se quiebra, lamentablemente casi siempre lo hace hacia el lado más lesivo para los intereses generales.
ResponderEliminarNaturalmente quedas enlazada en este mismo momento.
Un abrazo.
es evidente que tiene que haber una dicotomía como la tuya para llegar al equilibrio de las emociones pasionales Teresa!!
ResponderEliminarlos celos son una muestra más de amor, posesivo, a veces enfermizo, pero de amor.
ResponderEliminarPerder a un amor y por la muerte es muy duro y no siempre se puede superar.
ResponderEliminarUn abrazo
ne ha gustado tu visión de los celos, es limpia aseptica, y huele bién. Se nota que no los has padecicido nunca. Ni te los deseo,ç
ResponderEliminarUnv saludito muy resalao !!!!
¿Celos de la muerte?, hay que tenerle rabia de que nos haya separado de las personas queridas.
ResponderEliminarSe me olvidó decirte que es genial la lista de antítesis que nos has brindado.
ResponderEliminarHola Teresa, buenas noches,
ResponderEliminaruuuuy, venía bien =D
Atrapado por la lectura leía atentamente,
se me cruzaban comentarios que almacenaba para luego dejarlos todos juntos aquí,
pero bueno, me los has matado uno por uno con este duro final.
Simplemente fantástico,
la sorpresa del desenlace le ha puesto la frutilla al postre =)
Te deseo un excelente viernes
y un maravilloso fin de semana
un beso y un abrazo
Me gusta, Tere. Esos contrarios son los que gobiernan nuestros pensamientos, vivimos en una continua duda entre que elegir entre opciones muchas veces totalmente opuestas.
ResponderEliminarTiene tu estilo.
Besos
Siempre entre los opuestos suele llegar el equilibrio, pero yo no creo que los celos sean una parte del amor sano....Más bien creo que el celoso, es incapaz de amar a alguien. Solo le interesa poseer y manipular al otro a su antojo.
ResponderEliminarBuen relato querida amiga.
Una cosa es la opción ante contrarios y otra muy distinta los celos.
ResponderEliminarLos celos denotan una total falta de libertad. Buen final, aunque ante la muerte los celos sobran, es inevitable.
Un abrazo.
Me gustó la lista, que podría ser interminable. En tu final está el mayor de los celos, tal vez por el dolor que contiene. Besos
ResponderEliminarEs que la muerte está tan segura de vencer que nos da toda una vida de ventaja (La Renga).
ResponderEliminarEsa rival en especial es muy dificil, auqnue Neil Gaiman la haya imaginado como una joven mujer gótica.
Que bien manejas y usas las palabras, me encanta. Besote
ResponderEliminarQue bueno!! las dos caras... y los celos de fondo uniendo a estas antítesis...
ResponderEliminarBesos!!
Me ha gustado como llevaste la propuesta. Tantas cosas opuestas celándose. Pero la última, la muerte, tal vez se lleve a quienes queremos porque le tiene celos a la vida.
ResponderEliminarUn beso:
Jime
A medida que te leía, me preguntaba a dónde nos irías a llevar... y nos trajiste al tristísimo final (al menos así lo pienso porque nos aleja definitivamente de aquellos a quienes quisiéramos tener cerca siempre). Muy bueno el recurso que manejaste, enumerando opuestos...
ResponderEliminarBesos:
Gaby*
Has rizado el rizo! Celos de la muerte! Me ha impactado mucho el final.
ResponderEliminarBesos
Maravilloso texto Teresa. Y un final que llega hasta lo más hondo del alma.
ResponderEliminarTe felicito amiga por este jueves distinto y sentido.
Un beso enorme.
Celos de la muerte... a ver quien cura esos celos. Presiento que padecen de por vida, pues es la propia muerte quien tiene la llave para curarlos.
ResponderEliminarBuen final.
Bss.
¡Ay, Tere, jolín! Celos de la muerte... Que a este paso se te va a acabar suicidando el personaje!!! u.u
ResponderEliminarMuy original tu exposición antitética. Chapeau!!! :)
Besossss.
Qué triste... Tener celos de la muerte...
ResponderEliminarCreo que seré algo gamberro, pero tu relato lo finalizaría diciendo "o viceversa".
ResponderEliminarBesos, amiga güevera.