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jueves, 26 de diciembre de 2013

ESTE JUEVES... CUENTO DE NAVIDAD

Esta semana Nieves de Matices en la vida nos invita a escribir un Cuento de Navidad, esto es lo que ha salido...




No, no tengo espíritu navideño, no lo he tenido nunca, no sé lo que es eso, es más, odio la Navidad.  Cuando uno se cría solo en un orfanato desde los tres años, no sabe lo que es la familia, ni una cena de Nochebuena, ni intentar mantenerse  despierto, con los ojos como platos, la noche del cinco de enero esperando la llegada de Sus Majestades de Oriente.

Pero de vez en cuando el destino nos gasta una broma y a mí todavía me tenía reservada una última ironía.

Después de meses sin trabajo, siendo un número más en la oficina de desempleo, me llamaron para cubrir un puesto en un centro comercial. Se trataba de algo temporal, apenas quince días, pero tenía que comer y no me encontraba en situación de rechazar nada, por poco que me gustara hacer de Rey Baltasar.

El veintiséis de diciembre comenzaba mi contrato. Salí de casa con la mejor de las intenciones pero aquello me superó. Las experiencias de mi infancia, mis traumas  y mi desequilibrio emocional pudieron conmigo.

Cuando terminó la jornada, sin cambiarme de ropa, con mi capa, mi turbante real y la cara negra de betún de judea me encaminé al viaducto como un autómata, sin detenerme siquiera a considerar dos veces la decisión que acababa de tomar. Nadie me esperaba en casa, nadie me echaría de menos, ni siquiera mi casero, es más se alegraría de no tener que reclamarme cada mes el alquiler.

Al llegar al puente, escuché sirenas de ambulancias y coches de policía que se dirigían hacia allí. Era tarde, y la fría noche de diciembre no hacía muy agradable el paseo. La calle se encontraba desierta.

Me asomé por la barandilla y lo que vi me estremeció y cambió mi vida.

 Papá Noel se me había adelantado, su contrato ya había terminado y supongo que no le quedaron fuerzas más que para emprender su particular viaje de regreso sin retorno al Polo Norte. Su cuerpo reventado yacía sobre el pavimento. No entraré en detalles.

Recogí el faldón de mi capa real que arrastraba por el suelo y volví a casa.

_ Mañana volveré a la oficina de empleo, puede que me consigan algo mejor esta vez _ pensé.

Un niño que regresaba a casa con sus padres después de cenar con sus abuelos y recoger sus regalos de Navidad le señaló emocionado mientras gritaba:

_ ¡Mamá, mamá, mira es Baltasar! _ gritó el niño impresionado.

Baltasar le sonrió.

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20 comentarios:

  1. la magia está en la inocencia, en CREER que es posible. Para ello no importa la edad, yo ya tengo 2 años más que Baltasar y creo en él

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  2. Triste historia que se redime con un bello final dictado por la inocencia de un niño.
    Esa tristeza no hace desmerecer la brillantez del relato. Enhorabuena.
    Un abrazo.

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  3. buenooo impresionante,predictivo, jaja nadie puede dudar que lo has escrito ti, todo es made in tereri, no das puntadas sin hilo, y no dejas titirtere con cabeza, el final me gusta , jaja que le den a papanoel....
    besos

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  4. El útimo toque a tu teclado, es lo que nos recupera un poco del desenlace del pobre Papá Noel...Un giro muy tuyo y no por eso menos sorprendente.
    Un beso enorme y un muy pero muy animado 2014.

    Casss

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  5. TERE: El útimo toque a tu teclado, es lo que nos recupera un poco del desenlace del pobre Papá Noel...Un giro muy tuyo y no por eso menos sorprendente.
    Un beso enorme y un muy pero muy animado 2014.

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  6. Excelente vuelta de tornillo que hace que tu cuento cobre vida, me sorprendió y me gustó. Seguro que ese niño que lo vio si fue feliz.
    Un besote

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  7. No podía faltar ese toque de magia a través de los ojos de un niño para volver a creer…
    ¡Feliz Año Nuevo!

    Un cálido saludo

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  8. Un regalo navideño el que papa Noel se adelantara a hacer lo que él pensaba. Una forma de librarlo de la muerte y obligarlo a seguir luchando ¿quien sabe lo que le espera?

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  9. Una entrada muy especial y muy tuya. con niño incluido. magia pura.

    entrañables saludos.

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  10. Hola Teresa, buenas tardes,
    muy linda historia,
    de seguro que cambió su vida...
    pinche papá noel, siempre llega primero
    hasta al suelo llego antes! =)

    Te deseo un hermoso fin de semana
    un beso grande

    (yo estoy para hacer de Baltasar y sin betún)...
    que calooooooor!

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  11. Vaya historia! Cuántas almas cargando pesadas mochilas hay en este mundo... y bueno, dicen que no hay mal que por bien no venga y que a cada cosa hay que encontrarle el lado bueno. Para este "Baltasar" no ha terminado siendo tan malo después de todo: le regaló una sonrisa de ilusión y emoción a un niño, ya eso, no es poca cosa! Ojalá la próxima le vaya aún mejor. (Un minuto de silencio para Papá Noel).
    Besos! Muchas felicidades para vos y tu linda familia!
    Gaby*

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  12. De tu precioso relato, que no tiene desperdicio , me quiero quedar con el triunfo de la ilusión representado en los ojos de un niño viendo a Baltasar y en la sonrisa de este que quiero pensar que surgió sin fingimiento alguno.
    Un fuerte abrazo.

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  13. Al menos la tragedia de Papá Noel sirvió para que este Baltasar reconsiderara su suerte!
    Un abrazo.

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  14. Menos mal que Baltasar al menos cambió de opinión y supongo que el espíritu navideño lo invadió al fin...!
    Un beso

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  15. Ves, una cualidad innata en los Reyes Magos es la capacidad para convertir las dificultades en atractivos deseos aunque sólo sean de una noche. Tú en tu relato has conseguido que el Rey, retomase su vida con una sonrisa.
    Besos

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  16. Que tengas un 2014 muy mágico y feliz :)

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  17. Me encanta la última frase, es un bonito cierre al cuento; al que da muchos matices.
    Muchos besos y feliz año.
    Ah, creo que Baltasar debe agradecerte este cuento, jaja.

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  18. ¡ Mis mejores deseos para el año 2014 !
    Abrazos.

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