Pues sí, la palabra 31 de 52 es "MANOS" y para la ocasión reedito un micro incluido en mi Orbis... y al que tengo un especial cariño.
LA MANO
Nunca
me miraban los chicos; ni guapos ni feos, daba igual; murmuraban y se reían;
decían que era rara, que me gustaban demasiado los libros, estudiar, aprender,
pensar. Lo hubiera dado todo por ser como las demás, tener amigos que me
llevaran al cine, a bailar, que me cogieran de la mano… me ponía guapa para
ellos, intentaba llamar su atención. Todo era inútil: me tenían miedo, los
intimidaba.
El día
que acabé con mi vida, fue el día que empecé a vivir.
Ahora
todo ha cambiado, soy yo la que elige quién se agarra a mi mano, una mano que
vuelve del infierno, que brota de las entrañas de la tierra y los arrastra
conmigo para siempre.
Ya no estoy sola.
teresaoteo@gmail.com
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Esa chica! Da la sensación que leía libros como el Necronomicon, De Vermis Mistery, etc.
ResponderEliminarHola Tere: me da yuyu, tu entrada, pero reconozco que és muy original. Te mando un abrazo entrañable.
ResponderEliminarQué placer que estes en mi propuesta y con este micro tan escalofriante, bien de tu estilo, que siempre sorprende con esos finales arrasadores.
ResponderEliminarGracias preciosa por estar! Beso enorme.
inquietante, comprensible, hay que saber esperar para reir último...
ResponderEliminarbesos mi chica polenta
bueno.... vengo desde mi otra personalidad... soy Casss, jajja
ResponderEliminarInquietante relato, digno de "Historias para no dormir". Lo que está claro es que ahora si que ya nadie la mirará a los ojos, ella, desde su descanso, se encargará de cerrárselos.
ResponderEliminarUn beset