Ya sé que no estoy diciendo nada nuevo, pero también sé que a mí, mis mayores me han inspirado muchas de las historias que he escrito y de las muchas que me quedan por escribir.
De esa idea, de ese pensamiento y de ese sentimiento nace un precioso proyecto literario entre un poeta catalán, Josep Piella Vila, y una escritora madrileña, a la que estáis leyendo ahora mismo.
Ese proyecto ya es una realidad que muy pronto podremos leer, tocar, oler y sentir en nuestras manos. Su título: Permiso para vivir.
Un libro mágico lleno de emociones, belleza, sentimientos, pero también tristeza, abandono, frialdad y muerte. Envejecer es todo eso y mucho más y eso es lo que hemos querido reflejar en nuestros textos.
En él encontraréis poesía y cuento, cuento y poesía y la vida, la vida sin disfraces ni menús elaborados.
Os dejo la sinopsis del libro, publicado por Playa de Ákaba, la portada, obra de la ilustradora Sandra Escobar, y el enlace a la web en la que podéis reservarlo. Actualmente el libro está con un precio especial de pre-venta. Si lo reserváis ahora en cuanto esté disponible, después del verano, os lo enviarán a casa y seréis los primeros en disfrutarlo.
Este libro está dedicado a nuestros mayores porque nos gritan las noches de luna nueva, porque existen, porque los puedes abrazar y sentir, no son solo fantasmas y recuerdos. En él encontrarás poemas, cuentos y mucha belleza porque creemos, como Pitágoras, que una bella ancianidad es la recompensa de una vida bella.
Envejecer es desaprender a vivir con sabiduría. Nuestros protagonistas, cada uno a su manera, nos lo muestran a lo largo de estas páginas. Todos ellos en sus setenta, en sus ochenta, en sus noventa: luchan, ríen, aman, lloran, recuerdan, abrazan, esperan, enferman, olvidan, comparten, sueñan, aprenden, gritan, perdonan… y sobretodo desean no tener que pedir permiso para vivir.
Josep Piella y Teresa Oteo
interesante
ResponderEliminarLo es, Rodolfo, y mucho, te lo recomiendo, te va a gustar.
EliminarUn beso!
A medida que avanzamos por este trayecto obligado de la vida hacia la muerte, nuestra sensibilidad hacia los mayores se agudiza, quizás, por innegable y dolorosa cercanía. Cuando somos jóvenes es más fácil hacerse los distraídos...
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Mónica! Tienes toda la razón, parece que según se va acercando el momento nos sensibilizamos más.
EliminarMuchas gracias por pasar por mis Puntos..., espero que estés bien.
UN beso!