Una semana más acompañando a Sindel, en esta ocasión con la reedición de un micro que escribí hace un tiempo para un jueves y que está incluido en mi Orbis...
LIBERTAD
Camino hacia el rincón más alejado de aquel triste
patio. Me dejo caer sobre el frío y duro cemento del suelo, demasiado gris,
demasiado sucio, demasiado pisoteado…como mi vida.
Abrazo mis rodillas con las manos y cierro los ojos,
no quiero ver lo que hay a mi alrededor, lo tengo muy visto.
Detengo el tiempo en ese instante. Siento el cálido
sol de la incipiente primavera sobre mi piel calentando mis lechosas mejillas,
la suave brisa que revuelve mi pelo, esa brillante claridad que molesta
levemente a mis ojos, aún cerrados, pero no me importa. Oigo las alegres y
melodiosas conversaciones de los pájaros, cantándose novedades y amoríos. Por un instante olvido quién y dónde estoy,
por un instante soy libre.
El desagradable sonido de la sirena me devuelve a la
cruda realidad. Es hora de volver a la celda.
Más libertades en Palabras de Sindel
Un instante de libertad, al menos en su imaginación.
ResponderEliminarDuro relato que describe una sensación tan cotidiana y que para algunos es una cosa tan lejana de volver a alcanzar.
Un beso inmenso!
Afortunadamente la imaginación siempre es libre.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que difíciles deben ser esos pocos instantes en que uno/a se pueden sentir en libertad dentro de un recinto cerrado.
ResponderEliminarBesos
Nadie deja de ser libre si impide que le encadenen el espíritu.
ResponderEliminar=)
el final cae como una reja implacable y de sonido lapidario. Gran micro exquisitamente elaborado y muy acorde a la palabra que venimos desarrollando en la propuesta de Sindel. Besos y es un placer leerte.
ResponderEliminarTremendo!
ResponderEliminarnarrado por quien viste de sorpresa en cada relato...
una vez mas EXCELENTE!
un beso grande Teresa
Muy bueno el texto. Realmente la libertad cuando más la echamos en falta es cuando por los motivos que sean nos falta, la hemos perdido tras unos barrotes.
ResponderEliminarLo más importante es que aunque estemos cautivos físicamente, que nuestra mente sea libre y pueda pensar y volar.
Saludos
Siempre que imagino cosas, siempre que creo, con la primer idea, siempre sin excepción… Me siento libre!
ResponderEliminarLibertad es la capacidad que posee el ser humano de poder obrar según su propia voluntad, a lo largo de su vida.
Muy bena tu entrada
Un beso Teresa
Isa
http://cabalgandoporlamusica.blogspot.fr/
La libertad de mente la acompañará hasta la celda, a veces esa es la que nos mantiene despiertos. Un aplauso por un texto tan bien escrito.
ResponderEliminarEse instante hay que hacer que dure en el tiempo.
ResponderEliminarMuy emotivo el texto que describe la liberación fugaz de tu protagonista. Menos mal que en la mente nadie puede evitar soñar con la libertad.
ResponderEliminarBesos
Muy buen relato de final sorprendente.
ResponderEliminarPreciosa aportación.
Un beso
Recuerdo perfectamente este relato del Orbis. En muy pocas palabras describes a la perfección la sensación por disfrutar de unos segundos de la liberad perdida y soñada. Un texto que además sabe ser poesía.
ResponderEliminarUn beset Teriri.
Un relato del Orbis... ese gran libro tuyo que me ha acompañado durante noches de lectura. Plasmas esa contraposición del encierro, con trazos del afuera, donde la libertad le es ajena y recordada. Buenísimo relato, como cada uno de los que tu libro guarda.
ResponderEliminarBesos! Hoy me paseado por tus Puntos... con el deleite de leer a una gran amiga y escritora.
Gaby*
¡Qué descripción más buena, más creativa!
ResponderEliminarEnhorabuena :)
Besos