El tema de lo más sugerente e interesante:
"A TRAVÉS DE LA VENTANA"
Para la ocasión reedito un texto que forma parte de mi Orbis Verbum... bajo el título de:
UN MUNDO HOSTIL
Amanece, me levanto y me asomo
a la ventana, descorro ligeramente el visillo, un movimiento casi imperceptible, lo suficiente para ver sin que me vean.
Un día más la ciudad empieza
a cobrar vida, veo gente,
mucha gente, caminan
apresurados hacia sus trabajos. Veo un hombre con un traje
gris, alto, guapo,
para a comprar el periódico
y sigue su camino, más adelante detiene
un taxi y sale de mi campo visual.
Veo niños con mochilas de ruedas y caras de sueño tirando de la mano de sus madres que no dejan de hablar por el móvil.
Veo una anciana
que asoma por debajo de los cartones
donde ha dormido,
un día más.
Veo el autobús lleno de gente, el 52, tiene su parada
justo enfrente de mi portal, bajan tres o cuatro personas
con la mirada perdida abrochándose el abrigo, hace frío, todavía está un poco oscuro,
dudo que hoy brille el sol, demasiadas nubes en el cielo.
La
vecina del tercero sube con
el perro, es enfermera, trabaja de noche,
se
cruza en el portal con ese chico tan raro que ha alquilado el ático, apenas se saludan,
una ligera inclinación de cabeza y un murmullo.
Es curioso,
yo podría formar
parte de ese mundo, convertirme en una jugadora
más de la partida en lugar de ser una simple espectadora que observa a través de una ventana indiscreta y juega a adivinar
la vida de los demás, pero el pánico me paraliza.
Puede que algún día, si consigo reunir las fuerzas suficientes para abrir la puerta y salir al exterior.
Regalito de Gaby*, gracias!!!!
Más miradas en casa de Gaby*
El pánico puede es tan inmovilizante.
ResponderEliminarcomparto tu relato con agrado Teresa.... es mejor salir....
ResponderEliminarVida milimetrada desde dentro, cuando el pánico impide ser libre.
ResponderEliminarUn beso
Salta desde esa ventana y que otros ojos te observen. Se protagonista de tu propia vida, tan intensamente como puedas aguantar. A veces yo voy a una cabaña sin ventanas en un lugar salvaje, junto al mar
ResponderEliminarUna visión realista de lo que se ve diariamente a través de la ventana, que aunque sea muy distraído nunca debe, ni puede sustituir a relacionarse en cuerpo y alma con la gente que están montados en el mismo barco que nosotros.
ResponderEliminarUna mala forma de desperdiciar el tiempo de su existencia. Esa agorafobia la torno en una expectadora de la vida diaria, negandole superar su miedo. Un escenario real de la vida.
ResponderEliminarUn beso
Debe de ser terrible sentir esa imposibilidad de salir al exterior....lo has contado muy bien!
ResponderEliminarUn beso
Ojalá algún día pueda ser ella la que está del otro lado de la ventana, tener una vida y perder los miedos.
ResponderEliminarUn relato impecable, viniendo de vos, no me extraña!
Un beso inmenso.
Una ventana que acerca a quien mira a un mundo que no alcanza a vivir ni disfrutar, tremenda enfermedad, muy bien expuestas en tus palabras.
ResponderEliminarBesos Tere.
Gran descripción de ese mundo que se ve a través de la ventana.
ResponderEliminarEl pánico y la depresión son algo terrible que nos puede pasar a todos.
Un abrazo
Recordaba este relato tuyo. Es muy interesante ver la vida como discurre en las calles pero hay que tener valor para salir a integrarse en ese mundo.
ResponderEliminarUn beso
El temor a ser parte del mundo que contemplamos es más común de lo que quizás uno imagina. Duro trance que, de no animarnos a enfrentar, podría determinar un conflicto sin salida.
ResponderEliminarUn abrazo
Detrás de la ventana... una observadora minuciosa del entorno, que es parte sumisa, porque no se atreve. Tu relato que se va desarrollando de a poco, con descripciones detalladas de unos ojos que solo captan a distancia e imaginan el resto. El final impacta por la realidad que encierra. Gracias amiga y socia por asomarte tú, a esta ventanita donde me es tan grato encontrarte y leerte, y hacerte un tiempito para hacerme compañía!
ResponderEliminarBesos... y... la imagen de la guarda de ventanas para tí, es la que que está encima del título de tu blog, encaja más con tu relato. ;)
Gaby*
Recuerdo el relato Teriri, muy bueno. La agorafobia debe de ser una enfermedad terrible, que te aisla y te incomunica con el mundo, porque el mundo no es real cuando solo se observa a través de una ventana.
ResponderEliminarUn beset
Texto espléndido con final inquietante , me gusta. Besos
ResponderEliminarDebe ser triste sentir esa imposibilidad de salir y solo conformarse con lo que ve. Tu relato nos presta sus ojos.
ResponderEliminarUn beso!
¿Agorofobia?, imagino que si, yo creo que padezco justamente lo contrario, si el techo de mi casa se cae, seguro que no me pilla debajo, jajaja, en el relato la descripción de toda esa vida que ve a través de la ventana hace más patente la soledad del encierro de la protagonista, el miedo a ese mundo externo que le es hostil sin motivo aparente. Miles de besossssssssssssss.
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