ESTE
JUEVES UN RELATO: COLOMBIA
Ni se me había pasado
por la cabeza ir a Colombia, tengo una larga lista de lugares que me gustaría
visitar pero la tierra natal de Shakira no está entre ellos; así que os podéis
imaginar la cara que se me quedó cuando mi chico me soltó entre la tortilla de
patata y el postre, sin ningún escrúpulo, que nos íbamos de vacaciones al país
de Carlos Vives.
- Y ¿qué se nos ha perdido a nosotros allí? ¿Algún
alijo de coca y yo no me he enterado?
- ¡Venga ya, no seas bestia!- me regañó él- Como si en
Colombia solo hubiera narcos; eso es como decir que en España solo tenemos
folclóricas y toreros.
- Tienes razón, se me olvidaba, también asesinan a los
maestros… vaya ¡qué casualidad, pero si yo soy maestra!
- ¡No seas sarcástica!, además tú eres maestra en un
pueblo muy pequeñito de Madrid, en ti no van a gastar balas y siempre puedes
aprender a bailar la cumbia, seguro que se te da bien.
- Y mientras yo bailo cumbia, ¿qué se supone que harás
tú?
- Ya sabes, escalar montañas, respirar aire puro,
buscar bichos y tenemos el alojamiento gratis, nos invitan unos amigos.
- ¿A su casa?
- Más o menos
Y así es como empezó
esta historia. Yo ya me veía en el festival de la leyenda vallenata o tomando
una colada de piña en las doradas playas de Cartagena, como dicen las oficinas
de turismo, pero… ¡qué poco dura la alegría en la casa de los pobres!
Ahora estoy perdida en
algún lugar de la región de Orinoquia, rodeada de vegetación, pajarracos que
emiten ruidos extraños, reptiles que me acechan y aparecen por todas partes, no tengo móvil, ni gps, ni
wifi… y no deja de llover.
¿Qué dónde está mi novio?, os preguntaréis,
pues feliz con sus “amigos” de alguna tribu indígena disfrutando del
apareamiento de las ballenas jorobadas y
comiendo bolitas de piracucú.
Cuando ya creía que
había llegado mi hora, que moriría en
aquellas tierras inhóspitas sin poder despedirme de mi madre y estaba a punto
de perder la poca dignidad que me quedaba y romper a llorar veo aparecer a lo
lejos la sombra de un hombre tirando de una mula que se acerca y me dice con un
cálido y aterciopelado acento: “Hola, soy
Juan Valdés”.
http://eurovisionojosdemujer.blogspot.com.es/
Hola Teresa:Buen debut a nuestras líneas jueveras...ya quisiera que, a veces, me rescatara Juan Valdéz...con Conchita y todo ( asi se llama su mulita).
ResponderEliminarBesos
Wendy
Bienvenida a los jueves Teresa, verás como te enganchas amiga.
ResponderEliminarTe estrenas con toques de fina ironía, nunca sobra. ¿Qué se nos ha perdido dónde sea? Pues según esa pregunta no viajábamos más lejos de la esquina. Lástima de curiosidad malograda, porque han de ser excitantes bichitos, lluvia, pájaros, colibrís, gentes autóctonas y puras, lástima...pero acudió Juan Valdés con el cafecito caliente y se pasaron todos los males, seguro que enseguida vio a Colombia con ojos intensos y la disfrutó.
Buen arranque juevero Teresa, te sigo, nos vemos, besito.
Bienvenida a los relatos jueveros.
ResponderEliminarFina ironía y terror entre selvas y lluvia es lo que destila tu relato. Supongo que viajar a lugares algo inhospitos tiene que tener su aquel. Pero quizás ahí mismo reside su encanto. Y no hemos de olvidar la cantidad de genios que Colombia ha aportado al mundo. Es decir el tópico.
Buen relato
Un abrazo
a las buenas tardes, buenas tardes por que ya he comido...que uno come pronto teniendo mucho tiempo libre como es mi caso...
ResponderEliminarpero qué malo que soy¡¡ lo primero es lo primero: bienvenida, teresa..
en fin, que para ser el primer relato que leo, ya he comenzado con una sonrisa. y eso está más que bien.
yo, que sólo leo esto d elos jueves, por que de lo contrario, me liaría mucho al pc, yo que...sabes, respondiendo a mis comentarios, me ha dado la gana de leeros a todos d egolpe. me ha entrado eso que se podría llamar el ansia de la colombia. y...y comenzar con la ironía de teresa...jaja, me ha encantado...
uno dee estos días me hago un juan valdés y me iré a salvar a turistas perdidas y dejadas sin novio...
medio beso, teresa.
Hola Teresa!...bienvenida a los encuentros jueveros!
ResponderEliminarComo verás es múltiple el abanico de posibilidades que pueden surgir ante el mismo disparador convocante!Sólo hay que estar bien dispuesto y animarse a soltar historias a partir de una idea común que nos aglutine a través de relatos.
Ingeniosa manera la tuya de narrarnos el rescate que bien puede llegar de la mano del buen café! jejejeje
Un abrazo!
=)
En primer lugar, bienvenida a los jueves, Teresa, verás como te gusta, ésto engancha un montón. El relato está cargado de ironía, es ameno y se lee fácilmente. Espero que el viaje de la protagonista terminara bien y que no tuviera que arrepentirse de la aventura emprendida... Un beso.
ResponderEliminarBienvenida Teresa, me alegra tu participación en los jueves, te advierto esto engancha, ya lo verás, ya.
ResponderEliminarUn relato con un toque finísimo de ironia, me ha hecho sonreir, veia a esta maestra perdida en esa selva a punto de romper a llorar, sin su wifi, sin su pc jejeje, y la rescata Juan Valdés, ayy!! siempre hay un Juan Valdés.
Al final disfruta de este viaje, seguro.
Un abrazo.
Que divertido! Si, nos une el amigo Juan Valdés, un dios para los cafeteros, pero también esa selva en la que te quedaste, la que describe Luis Sepúlveda en "Un viejo que leía novelas de amor", el último libro que leí.
ResponderEliminarBienvenida, gracias por participar en este grupo y un beso.
Nada como una buena vacaciones alejados de las rutas turisticas de las agencias, a pesar de que parece que ibais en plan resort, eh?
ResponderEliminarLa otra cara de las ciudades, la selva.
Seguro que pasado el tiempo el viaje dejo buenos recuerdos
Un beso
Por lo menos una mula!!! menos mal. Y Juan Valdés que hacía por allí, evangelizar a los nativos? Espero que no.
ResponderEliminarBienvenida a los jueves, y de verdad que la ironía siempre se agradece.
Un abrazo.
¡Bendito Juan Valdés! ¡él y su mula!, es cierto que son inhóspitas las tierras por aquí, a veces agresivas tanto, que parecerían que no nos quieren en ellas, pero al buen ánimo le sigue la disposición y con ella el encanto auqnue tarde en aparecer.
ResponderEliminarUn placer que te cuentes entre los jueveros Teresa, te mando un gran beso
Un final sorprendente, un relato que no se puede parar de leer, una combinación perfecta para este jueves colombiano.
ResponderEliminarUn placer leerte, bienvenida a los jueveros.
Un abrazo.
Un famoso, ha visto un famoso y lo mismo le pide hasta un autógrafo... Magnífica ironía que no deja de ser real lo que se espera no es siempre lo que se encuentra y si no hay ganas, pues te ves como esta chica, que parece que ha visto un espejismo en un desierto...
ResponderEliminarY me reitero en lo que dicen mis compañer@s jueveros, un placer leerte y tenerte entre nosotros.
Besos