jueves, 12 de septiembre de 2013

ESTE JUEVES UN RELATO... DE ANUNCIO

Esta semana Encarni de Brisa de Venus nos propone desarrollar nuestro relato o nuestra historia a partir de un anuncio por palabras de la sección de contactos de un periódico.
Este es el anuncio original:

“Caballero de cincuenta años, divorciado, educado, atractivo, con buena posición económica y social desea contactar con señora o señorita entre treinta y cuarenta y ocho años, sin cargas familiares, con amplio nivel cultural, buena presencia, educada y que le guste la aventura para realizar un viaje en yate alrededor del mundo”



Este buen hombre me está llamando a gritos. El anuncio lleva una etiqueta con mi nombre. Por fin llegó mi gran oportunidad, ¡cuánto tiempo esperando este momento! Miles de anuncios han pasado por mis manos... este será el definitivo.
Contestaré ahora mismo.
Cumplo de sobra con todos sus requisitos, este caballero no podrá renunciar a mi compañía ni resistirse a mis encantos.
Quedamos para comer, tenía que pasar mi casting particular. Debía esperar su llamada de confirmación… no quiero parecer presuntuosa pero para entonces yo ya tenía preparado el equipaje.
Mi caballero no se hizo esperar. Dos semanas después me ofrecía galantemente su mano para ayudarme a embarcar.
No negaré que se trataba de un hombre educado, cortés, atento y muy, muy atractivo, así que no quise desaprovechar la única noche que íbamos a pasar juntos en alta mar.
Cuando desperté desnuda sobre su cama él ya no estaba. Me puse una camiseta y salí a cubierta.
Allí lo encontré, apoyado en la barandilla, con la mirada perdida en el horizonte disfrutando de un hermoso amanecer y pensando que por fin había encontrado la compañera ideal para la gran aventura de su vida.
Lástima que estuviera tan equivocado. Era el momento.
 Me caía bien, pero necesitaba una víctima. Tenía que demostrar que merecía formar parte del grupo, que era capaz de matar…  y mi caballero era perfecto para mi rito iniciático.
Cogí un cuchillo de la cocina, me acerqué a él por detrás y le rebané el cuello. No tuvo tiempo de gritar pero recuerdo perfectamente su cara preguntándome:  ¿Por qué?
Tiré su cadáver al mar. Antes de hacerlo cogí mi pequeño trofeo y la prueba de que había cumplido con mi misión.
Aún conservo dos recuerdos de aquella aventura: su corazón en un frasco con formol…  y el yate.




Más respuestas al anuncio en casa de Encarni




20 comentarios:

  1. jajajaja!! Esto me recuerda a cierto grupo, por cierto, no sera alguno de mi cuchillos?? no me gusta que queden manchados !!
    Muy bueno, pobre alma, me lo llevo conmigo.
    Besos

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  2. Sabía que ese encuentro no podía terminar bien. Aunque imaginé que la protagonista era una mujer vampiro. No lo era, pero resultó letal.
    Me gustó tambien el comentario de Judith.

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  3. Esperaba este relato, ya te estaba viendo venir desde que leí el anuncio. Has estado genial.

    Besos.

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  4. No me esperaba este final, tan duro, pero la que juega a ser mala al final lo consigue, jejeje. Buen giro y buena propuesta.

    Un beso

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  5. Ohhhhhhh!!! Me había puesto en modo positivo ON imaginándome el bodorrio y las perdices posteriores, y tú vas y te cargas al prota... Siejke...

    Besos, Tere.

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  6. Original, si bien he de contar que la "neófita" conocía bien el uso de las diversas armas de matar. Bss.

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  7. Con lo bien que iba todo, ¿por qué no quisiste acabarlo bien?

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  8. ¡Madre, macabro de verdad! Imposible imaginarse un final así.
    Un abrazo

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  9. Otros compañeros han situado el instinto asesino en el anunciante. Tú lo situas en la mujer. La maldad está en el corazón humano y no es una cuestión de género. Me parece una innecesaria crueldad conservar en formol el corazón asesinado, como un referente, un recordatorio constante de su falta de escrúpulos.
    Bonita historia, Tere.
    Un abrazo.

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  10. Hola Teresa, buenas tardes,
    menudo relato eh! =)
    quien se hubiese imaginado algo así... (hablando de un tiempo atrás)
    hoy en día cosas como ésta son moneda corriente =D

    Te deseo un bonito fin de semana
    un cálido abrazo

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  11. Anda que voy a contestar un anuncio de estos, chica es que me has quitado las ganas a golpe de cuchillo, lagarto, lagarto.
    Un abrazo.

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  12. Menudo giro le has dado al relato! en tu línea y como siempre consigues sorprenderme, pero me parece muy bien que la asesina sea ella y no él como hemos imaginado otras...

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  13. Luego el peligro es para todos, llevar a una encantadora señorita educada tiene su riesgo, jeje. Espeluznante, amiga güevera. Besos.

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  14. Pero chiquilla, como se te ocurre, con el yate sólo bastaba.
    Ese corazón algún día te puede pedir explicaciones. A la paella si todavía estás a tiempo.
    Besos

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  15. Uff que final le esperaba al pobre tipo, hay que tener mucho cuidado con esos anuncios y los posibles postulantes. Puede ser muy peligroso!!!
    Un besote.

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  16. jajaja! pobre hombre, venirse a meter justo en la trama de un relato tuyo, su final era inevitable!
    En algo hay que estar atentos, no subir al yate ningún extraño/a, se corren riesgos insospechados!
    Genial, como todos tus relatos, lleva tu sello inconfundible.
    Besos!
    Gaby*

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  17. Vaya giro!... pues nada, que la chica necesitaba iniciarse. Para el próximo me cuentas que hace Vudú y me lo creo todito.
    Brrr, este relato tuyo es la confirmación de que no todo es lo que parece. Aunque el yate, si era real :P
    Besos!!

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  18. Jajaja... sos fatal mujer. Ocurrente giro, inesperado. Siempre hay que ponerse del otro lado del mostrador... ;)
    No te preguntaré por cómo arregló los papeles del yate, porque eso sería deformación profesional pura y aquí no corresponde...:)

    Muy bueno y polentoso.

    besos

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