domingo, 17 de agosto de 2014

¡NO CORRAS!





No sé por qué corría  por aquellas calles desiertas en plena noche y en pijama.
Tenía la extraña sensación de que mi cuerpo estaba desapareciendo, se desmaterializaba sin que yo pudiera hacer nada por evitarlo.
Pronto comprobé que se trataba de algo más que una sensación. Instintivamente había cogido el móvil y las llaves antes de salir de casa, tampoco recordaba haberlo hecho, pero era innegable que las llevaba.
Las cambié a mi mano izquierda en un intento desesperado de sacarme una foto con el teléfono que me convenciera de que mi cuerpo seguía intacto, eso me tranquilizaría.
No lo conseguí. 
Al pasarlas de mano, las llaves cayeron al suelo rompiendo con su sonido el silencio de la noche.
Ya era una hecho.
Aun así hice aquella maldita foto, en la pantalla no se veía ni rastro de mi mano izquierda y el brazo no era más que una colección de píxeles borrosos.
Despavorido me dirigí a casa. Entré en el ascensor con complejo de vampiro: mi imagen ya no se reflejaba en el espejo.
Crucé la puerta temblando y preso de un ataque de pánico, no es que me faltara el aire, literalmente no podía respirar.
En el salón, convertido en un improvisado tanatorio, mi familia y amigos velaban mi cadáver.
La muerte me sorprendió mientras dormía.
Traté de huir.
No llegué muy lejos.



5 comentarios:

  1. Tal vez no había muerto del todo. O tal vez estaba en un estado fantasmal, con la oportunidad de huir de algo, que no se sabe.
    Muy buena historia.

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  2. Uf! Escalofriante relato Tere! Tiene un ritmo de montaña rusa que engancha desde el primer renglón. Te felicito siempre me atrapas!
    Un beso enorme.

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  3. ¡Ufff! Impresionante Teriri. Un relato buenísimo y lleno de angustia que se lee con una rapidez frenética, deseando saber un final marca de la casa que, como no, te sorprende. Magnifico.

    Un beset.

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  4. Todo un deambular de sensaciones que se evaporan ante una realidad ineludible. Tu relato estremece, contagia la angustia y la desazón al descubrir el inevitable final. Eres una capa Tere!
    Besos!
    Gaby*

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