He encontrado la llave. No sabía por qué, pero su brillo me atrajo y no pude evitar cogerla, desde entonces la llevo siempre conmigo, sé que esa llave era para mí.
A partir de ese momento todo cambió, la llave formaba parte de mi existencia más que yo misma. La colgué de mi cuello y no me separo de ella; sólo pensar que puedo perderla me aterra. No recuerdo cuanto lleva conmigo pero ahora soy feliz.
Espectacular.
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