Corría el año 2012, cuando un jueves 12 de abril participé en mi primera convocatoria juevera invitada por mi madrijuevera Mª José Moreno a la que siempre estaré agradecida por embarcarme en esta fantástica aventura literaria y humana.
Recuerdo que en aquella ocasión la anfitriona era Wendy que desde su blog nos proponía hablar de Colombia
Desde entonces hasta ahora más de tres años de muchos jueves, muchas letras y, sobre todo, muchos y muy buenos amigos.
Para mí, ser juevera supuso, como decía antes, iniciar una aventura que me permitió hacer públicos mis desvaríos literarios, compartirlos y que me leyera alguien más aparte de mi familia más allegada y obligados, bajo coacción y hasta pagados en ocasiones :)
Supuso también crearme un hábito y una obligación de escribir, sacar un ratito, que a veces no es nada fácil, para sentarme delante del ordenador y contar historias.
Pero la experiencia más positiva de ser juevera es haber conocido a escritores maravillosos pero, sobre todo, a personas fantásticas que se han convertido en grandes amigos en la distancia.
Desde hace un tiempo, como ya sabéis, os tengo abandonados y apenas participo en las convocatorias, lo que no quiere decir que no esté y seguiré estando siempre cerquita.
La vida, el trabajo, mis hijos y mis proyectos literarios que, poco a poco fueron tomando vida y convirtiéndose en realidades no me dejaban apenas tiempo libre, no ya para escribir sino para leeros y comentaros a todos.
Considero que si algo da vida y sentido a nuestros jueves y a nuestros escritos es la interacción: leernos, comentarnos y enriquecernos de ello y, dado que cada vez éramos más, visitaros a todos y dedicaros un tiempo y un comentario más allá de un simple: "Qué bonito", me resultaba complicado, a la vez que injusto y desagradecido publicar y no devolveros la visita, aunque ya sé que no se trata de tomarlo como una obligación, yo no me sentía bien y preferí retirarme mientras no me fuera posible participar "en condiciones".
En cuanto a las reglas, me declaro rebelde sin causa por naturaleza, no me gustan las imposiciones y creo que la libertad y la flexibilidad deben primar en cualquier ámbito, sin embargo y dado el número de participantes sí me parece necesario no excederse en la extensión de los relatos, aunque yo hoy ya me he pasado de las 350 palabras, el resto de normas, son más cuestión de organización y bastante lógicas.
Y poco más me queda decir, que SOY JUEVERA, orgullosa de serlo, que lo seré siempre e intentaré participar más a menudo para que no os olvidéis de mí.
Más jueves y jueveros con los chicos del Daily