domingo, 22 de marzo de 2020

#yomequedoencasayescribocosas

En estos días tan raros y complicados en los que lo primero que hacemos al abrir los ojos es comprobar si todo esto era una pesadilla o si está ocurriendo de verdad yo pienso más, me pongo más sensible, aunque se me pasa pronto, tranquilos, el resto del día sigo igual de borde que siempre 😂, leo más, y escribo más, escribo cosas como esta:



Y me lavo las manos y leo y aplaudo,
y me lavo las manos y resisto y pienso,
y compro, sola, en silencio
y saludo al vecino, desde lejos,
con mucho más cariño del que jamás hubiera imaginado,
y sonrío, con ganas, con necesidad.
Y vuelvo a casa y me lavo las manos,
y oigo las noticias, más muertos, más virus, más cumpleaños en cuarentena,
más ganas de llorar, más rabia, más impotencia.
Y me lavo las manos y me sobra tiempo pero me falta aire,
Y me lavo las manos y todo huele a lejía diluida
y quisiera hacer mucho más por ti, por mí, por todos, pero solo puedo quedarme en casa y sentirme inútil.
Y me lavo las manos y escribo y tacho porque todo es tan obvio, porque todo está dicho.
Y me lavo las manos y pienso en mis padres, en lo fácil que es priorizar y en lo que nos cuesta,
en lo triste que es morir solo, en que nos abrazamos poco, en que nos escuchamos poco.
Y me lavo las manos y faltan risas
y resisto y aplaudo y escribo y no tacho
porque todo no es tan obvio porque necesito una excusa para fijar mis recuerdos.




Muchos besos para todos desde Madrid y cuidaos mucho. Nos leemos pronto ❤❤.

#quédateencasa
#todosaldrábien
#estevirusloparamosunidos

domingo, 1 de marzo de 2020

Sombras


El sol se oculta
y tú te vas
entre sombras grises y vacías
que acompañan tus pasos.
Sombras que cubren mi cuerpo,
sombras opacas, como yo.
No gires la cabeza,
no me mires,
no me tengas lástima.
Ya no veo el sol,
solo tu espalda.
No te preocupes por mí,
de amor no se muere,
ni de pena, ni de vacío,
solo se muere
por no quererse lo suficiente,
por no entenderse,
por no aceptar
que estamos solos,
que todo se reduce
a un ligero beso de despedida,
a una página reescrita
y a que la noche acaba.
Nada más importa,
y mis lágrimas siempre se secan solas,
siempre.